El Mercado de Abasto, inspirado en todo un “Mini—Tepito”


Montiel CRUZ

El inolvidable Mercado de Abasto. Aquí latía el corazón de La Ciudadela”
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El Mercado de  Abasto fue un barrio y colmado  de nostalgia. Tumulto y verborragia. Pura tucumanidad en el habla y en las costumbres.  “El que no corre, vuela” en el Mercado de Abastos,  tras la “prisa” que se da al caminar en sus angostos pasillos y ante el golpeteo duro que ha permeado durante los últimos años de la “delincuencia”  que va en aumentó y para las Autoridades Municipales todo es “normal” lo que acontece en su entorno de ese Centro Comercial el más grande de la Entidad de Oaxaca.

Mientras La Ciudadela se mueve en la manzana delimitada al interior del Mercado de Abasto, Nuño del Mercado, Las Casas, Trujano. Entre otras calles aledañas al Mercado de Abasto, el mundo gira a una velocidad muy particular. 

"Con calma rural van llegando para estacionarse en las arterias vecinas al mercado todo el arsenal de vehículos que arriban con anticipación un día antes al Mercado de Abasto, hace más de cuatro décadas. Era la nutriente del Abasto, el mercado que durante 63 años  inicio a concentrar la venta mayorista y minorista de frutas, verduras y de la producción aviaria (entre muchos otros rubros). El Abasto jalonó la geografía de la ciudad entre 1934 y 1997. En  la leyenda del mercado adquirirá nuevos ribetes legendarios, según cuenta la historia que esta inscripta en los anales de la vida de Oaxaca de Juárez. Y todos lo “saben”.

De tal manera que a mediados de los años 60 los urbanistas coincidían en que no era posible la subsistencia del Mercado de Abasto en aquella localización. La aldea de 1934 se había transformado, tres décadas más tarde, en una ciudad tan pujante que no toleraba el tráfico mayorista frutihortícola a un puñado de cuadras que ya se convirtieron en laberintos que lanzan a la venta productos tanto “legal-como ilegal” en las calles céntricas, en los últimos años ha crecido el comercio ambulantaje de manera “alarmante” que nadie lo ha logrado frenar, lo que atraído que la ola de asaltos  que se “disparen” a plena luz del día y nadie hace nada por ese problema que ha cobrado vidas en el Mercado de Abastos.

Su larga permanencia de los vendedores y compradores venidos de otros Estados de la República y municipios, tienen que soportar  en ocasiones la ventas “muertas”, el clima no bueno y estar expuestos a que los amantes de lo ajeno hagan de las suyas, se entremezcla la “delincuencia”, el mal clima y los grupos de poder que han echado raíces y se siento  los dueños  que se han apropiado de este Centro Comercial, los días Martes y Viernes son los días de Plaza en el Mercado de Abasto y hay una gran afluencia.

El Abasto fue barrio y tristeza. Tumulto y verborragia. Pura tucumanidad en el habla, ahí, los “cargadores”, los “boleros”, los vendedores ambulantes, los fijos, hacen su “lucha”, cada quien en veces hacen su “Agosto” y en ocasiones no venden nada, ante la competencia desleal que se ha acrecentado en los últimos años.

En la historia de nuestra ciudad, en la de nuestra sociedad, en la de nuestras costumbres, el Mercado de Abasto merece capítulos minuciosos y coloridos. Un lugar inspirado en todo un “Mini-Tepito. Los  “diablos” pechados por sus dueños,  forman parte de éste Centro Comercial que tiene historias “buenas y malas”, como los boleros, los vendedores ambulantes que forman parte de está historia de Oaxaca.

 Los compradores al menudeo desfilan en la Zona Húmeda y la Zona Seca Fricciones, choques, agolpamientos, remolinos, se multiplican y suceden entre la vocinglería de los vendedores, y el rumor constante de las ofertas. Por ahí el ingenio desborda en un chiste que desparrama la catarata de una carcajada general. Desplazarse aquí ya está al nivel de la ejercitación y del ritmo. Se necesita un entrenamiento particular y cierta dosis de paciencia y sosiego espiritual. Una atmósfera espesa -el arco iris de los olores- tapona todos los sectores. El mercado funciona en plenitud. Hierve como una caldera".

Tiene su historia el Mercado de Abasto, donde los compradores y vendedores le dan vida aún mas los días que se efectúa el día de plaza.  

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