DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo Martínez de Aguilar
Cada día que Oaxaca vive en medio de la debacle cunde más la alarma y
la indignación en amplios sectores de la capital oaxaqueña. El caos afecta el
ámbito económico, político y social.
La razón de esta honda preocupación es muy simple y sencilla: al amparo
de la anarquía total se rebasan los niveles delincuenciales alcanzados en el
prefabricado conflicto político de 2006.
Aumentan las extorsiones telefónicas, los robos a negocios, empresas y
casas habitación; los asaltos a mano armada en las calles; el robo de
vehículos, llantas, partes y refacciones.
Y, ahora, lo que faltaba. La entrega y manejo de billetes falsos de 200
y 500 pesos en los diferentes bancos. Los casos más frecuentes se suceden en
Banamex, HSBC y Banorte.
Numerosos lectores que nos expresan su apoyo y solidaridad por la
criminalización de nuestro trabajo periodístico, lo que agradecemos, nos han
hecho llegar sus denuncias al respecto.
“Hola Alfredo: He leído tus
opiniones respecto a la CNTE y sus motivaciones guerrilleras, políticas y
delictivas, así como las desastrosas consecuencias en la sociedad y economía
oaxaqueña”.
“Coincido contigo. Lo más
preocupante, sin embargo, es que todavía haya segmentos de la población que los
apoyen o que permanezcan impasibles frente a sus actos violentos”.
“Te escribo para
comentarte algo que le sucedió ayer lunes 11 de julio a una de mis tías y a mi
mamá y que me parece puede tener relación con los grupos violentos que
acompañan a la sección 22 (sus socios, que no infiltrados, pues están ahí con
su consentimiento y acuerdo)”. “Poco antes del mediodía le llamaron por
teléfono a una de mis tías, hermana de mi mamá. Sabían su nombre y le empezó a
hablar un hombre que le dijo que había una denuncia en su contra por parte de
unas vecinas, supuestamente de nombres Alejandra Nájera Martínez y Nayely
Carrillo”.
“Añadió que para que no
procediera la acusación en su contra, él podía ayudarla a cambio de dinero para
lo cual podía ir en ese momento a su domicilio. Mi tía le dijo que no tenía dinero
y, entonces, el hombre le dijo que con esa casota que tenía cómo no iba a tener
dinero. Esa persona conocía la ubicación de la casa y había visto el exterior
por las descripciones que hizo”.
“Mi tía vive en el centro, a
poco más de dos cuadras del zócalo y tiene una casa con una fachada grande y
bonita, a unos cuantos pasos del plantón. Entonces, el hombre empezó a
amenazarla con matarla o secuestrarla a ella o a alguno de sus hijos. Le dijo
que no era ni del grupo de los Z ni de otra asociación criminal, sino de un
grupo compuesto tanto por hombres como por mujeres”.
“A mi mamá le llamaron
después del mediodía. Y le contaron exactamente la misma historia, solamente
que, en su caso, el hombre se identificó como comandante José Luis Toledo Díaz,
mi mamá pensó en un principio que era alguien de la policía”.
“El tipo mencionó los mismos
nombres de las supuestas vecinas y como mi mamá lo escuchó pero no le daba
información personal ni reaccionaba como él esperaba, ni aceptó que fuera a
verla a la casa para entregarle unas supuestas fotos que la comprometían a
cambio de dinero, entonces, el sujeto le dijo que era un comandante Z y empezó
también a amenazarla, incluso con hacerle daño a su hija, pero no mencionó el
nombre”.
“Es obvio que tienen algunos
datos pero no los suficientes y tengo la impresión que por el aspecto de las
casas piensan que podrían obtener dinero rápido. Aunque no me consta y podría
tratarse de cualquier delincuente, tengo también la impresión que podría
tratarse de gente que forma parte de cualquiera de los grupos de choque de la
CNTE”.
“Por lo pronto, he alertado a
algunos vecinos y mañana hablaré con otros más para organizarnos y cuidarnos
unos a otros. Te comento lo anterior porque puede ser de utilidad para otros
ciudadanos”.
“Estoy segura que bastantes
personas han estado recibiendo este tipo de llamadas o van a recibirlas y es
mejor que estén prevenidas para que no caigan en la trampa ni le permitan la
entrada a su casa a gente con muy malas intenciones”.
El mensaje de otro lector: “Acostumbro
leer con frecuencia tus comentarios, así como los de otros periodistas locales
y nacionales. Me devuelve en parte la confianza en este país”.
“Desgraciadamente, con frecuencia tengo
la impresión (la seguridad más bien) que un enorme sector de la población
está dormido, por no decir muerto cívica y ciudadanamente”.
“Y ello es independiente de
los títulos académicos que ostenten o no: La estupidez no tiene límites ni
es propia de ciertos sectores nada más. El razonamiento libre de prejuicios,
estados emocionales e intereses es más difícil de encontrar”.
Independientemente de exigir a las
corporaciones policíacas federales y estatales que investiguen los números
telefónicos desde los que se hacen las llamadas para extorsionar, es importante
alertar a la población para que no se deje sorprender.
Y en el caso del manejo y entrega de
billetes falsos de 200 y 500 pesos en las instituciones bancarias, es urgente
la intervención de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para
evitar que se siga defraudando a clientes o no que acuden a los bancos.
Es increíble que con todas las medidas
de seguridad que los bancos imponen a los usuarios circulen en el sistema
nacional bancario billetes falsos. Nada extraño, desde luego, porque son los
principales lavadores de dinero del crimen organizado.
Pero lo más importante es la visión y
sensibilidad de los propios oaxaqueños para enfrentar las adversidades y buscar
soluciones a los problemas que enfrentan actualmente.
Una solución práctica y pragmática, como
lo comenta uno de nuestros lectores, es hablar con los vecinos para alertarles
y motivarles a organizarse casa por casa, calle por calle, manzana por manzana,
colonia, fraccionamiento y barrio, para cuidarse unos a otros.
@efektoaguila