San Felipe Usila...¡ERES EL SABOR DE CALDO DE PIEDRA!

El caldo de piedra de San Felipe Usila, una ofrenda al amor.

*EL CALDO DE PIEDRA ES PATRIMONIO CULTURAL DE SAN FELIPE USILA, OAXACA, MÉXICO.



*Caldo de piedra es símbolo y sustento del desarrollo del hombre chinanteco y los medios de vida específicos al género masculino, inspirado en el medio ambiente local para honrar a sus mujeres y mostrarles su devoción y agradecimiento.  

*El caldo de piedra se cocina en un tiempo de 3 a 4 minutos al cien por ciento.

El día que se come caldo de piedra, que es un plato de ceremonias, es el día que la mujer descansa. Alimento prehispánico de la etnia Chinanteca.

San Felipe Usila es un municipio localizado al norte del Estado de Oaxaca, en México, a la orilla del río Papaloapan, cuyo régimen agrario es comunal y donde aún hablan su lengua natal: chinanteco. Es el lugar donde se puede saborear este platillo prehispánico, único, espectacular y muy pero que muy oaxaqueño.

No fue fácil que este delicioso caldo se ofreciera a los extraños, porque antes sólo los lugareños, los verdaderos chinantecos, podían paladearlo, ya que se trataba de un guiso ceremonial, privado, familiar, tan íntimo que se ofrece de corazón.

El Consejo de Ancianos dio su anuencia

Convocaron al Consejo de Ancianos para poder prepararlo fuera del pueblo. Tuvieron que firmar un convenio mediante el cual el Consejo de Ancianos otorgó su consentimiento, a cambio de que no se lucrara con la venta del caldo de piedra.

Cocinar el caldo de piedra es cosa de hombres. Según la costumbre, el día que se come caldo de piedra , que es comida de ceremonias, es el día que la mujer descansa.

Hace apenas unos años, se comía exclusivamente en los pueblos de la Sierra Tuxtepec, al norte de Oaxaca. Donde más se cocina es en San Felipe Usila, el principal municipio chinanteco.

Es un platillo que se viene trasmitiendo de generación en generación, desde mucho tiempo antes de la llegada de los españoles, siempre a la orilla del río, quien les provee del pescado y piedras, elementos importantes en la elaboración del platillo y claro que dan nombre y cocción a este manjar.

Es un platillo de hombres, pero para alagar a las mujeres


Los varones salen de madrugada al río para pescar los camarones y la trucha y en ocasiones usan huachinango. Después preparan la lumbre y colocan las piedras bajo los leños.

La creencia, mística y mágica, en cuanto a su elaboración, dice que es un platillo de hombres, es un guiso donde las mujeres no deben intervenir en su preparación. Los ancianos del pueblo dicen que: “de noche las piedras echan chispas, pero de día prefieren quedarse en silencio”.

Tradicionalmente este guiso se debe consumir en familia; en ocasiones, cuando los hijos tienen problemas matrimoniales, los padres de ambos les invitan un caldo de piedra y conviven con ellos todo el día junto al río, les dan consejos y, al regresar, los problemas generalmente terminan.

Se prepara en jícaras; aunque hay vestigios que en la antigüedad se preparaba en piedras, a las que los indígenas les daban forma para utilizarlas como cazuelas, y allí mismo se preparaba el caldo.

Ahora, se colocan los ingredientes dentro de una jícara: jitomate picado, chile serrano, agua, hierba santa, camarones , pescado en trozos, cebolla y epazote, todo en crudo. Luego se coloca una o varias piedras calientes al rojo vivo y en menos de dos minutos todo está cocido.

Las piedras de río, su principal ingrediente

Se colocan las piedras necesarias para que se termine de cocer el caldo, moviéndolo constantemente para que se cocine parejo, para servirlo se sacan las piedras y se incluye una nueva para que se conserve caliente al ser comido. Cuando el caldo deja de hervir a borbotones, se saca la piedra con una cuchara y es tradición que el que lo prepara lo lleve personalmente a la mesa, “es mi obligación dejarla en su lugar, es comida sagrada”, dicen los chinantecos.

La jícara, donde se prepara el caldo de piedra, es producto del árbol del morro, y se pone sobre un rodete de carrizo, para que no se mueva y se pueda saborear bien el caldo.

Las piedras tienen que ser bien seleccionadas, no deben quebrarse en el caldo ya que no podría ser consumido; sólo pueden usarse una sola vez, son obtenidas en el río, y en un lugar en específico.

San Felipe Usila, un pueblo chinanteco.

San Felipe Usila es un poblado chico, que para los conquistadores pasó inadvertido, pero su gente supo guardar y vivir sus tradiciones, su lengua, y su ancestral cocina indígena.

¿Cómo se hace este caldo de piedra?

Ingredientes:

2 kg de huachinango  o trucha, partido en trozos.
1 kg de camarón grande crudo
1 kg de jitomate en cubos
½ kg. de chiles verdes serranos, partidos en rodajas
3 cebollas finamente picadas
Un ramo mediano de hierba santa
Un ramo de epazote
Agua, cantidad necesaria
Sal, al gusto
Piedras de río, medianas, no calizas, que se ponen a fuego hasta quedar al rojo vivo sobre carbón o leños
Cazuelas de barro o jícaras.
Tortillas recién hechas.
Preparación:

Poner todos los ingredientes dentro de la jicara, y con mucho cuidado introducir las piedras, si son de buen tamaño requerirá sólo de tres, mover constantemente hasta que todo sea cocinado. Dejar solo una piedra para que mantenga el calor.

Acompañar con tortillas recién hechas, agua de frutas, cerveza, pulque, o tequila.

Historia del Caldo de Piedra

Origen prehispánico

La historia del caldo de piedra es remota, no se sabe exactamente en qué tiempo se descubrió. Lo que sí sabemos es que es un platillo prehispánico, un platillo totalmente indígena, propio y creación de los antiguos chinantecos. 

Cabe destacar que la comunidad de San Felipe Usila, nunca fue conquistada en la totalidad como en otras partes de la república mexicana, prueba de ello es que no existen obras coloniales en la región y además hasta la actualidad los indígenas conservan su lengua materna que es el chinanteco. 

Ni se diga que el típico platillo caldo de piedra fue reservado celosamente por los nativos durante mucho tiempo, pues representa nuestra identidad étnica, cultural, tradicional e historia que es un símbolo de convivencia, unidad, respeto y paz entre los chinantecos y visitantes distinguido. 

Es por eso que su preparación es en forma colectiva, los hombres se dividen la tarea de pescar, seleccionar las piedras, buscar la leña y hacer la fogata para calentar las piedras al rojo vivo, mismas que a su momento se agregan a la sopa para llevar a cabo la cocción. La llegada gradual de los españoles resultó en la extracción de varios recursos minerales que los chinantecos no los avaluaban. La gente local sabía que la comida era la verdadera fuente de la vida y es por eso que mantuvieron en secreto el caldo de piedra como su tesoro cultural y vital. Así que esta relevante tradición debe mantenerse así con su autenticidad.

El origen del caldo de piedra es totalmente chinanteco y prehispánico de la comunidad de San Felipe Usila. Así lo relatan los señores ancianos del pueblo. Cuentan que el caldo de piedra se descubre cuando los hombres ven la necesidad de cocinar sus alimentos, esto ocurre después del descubrimiento del maíz (la madre maíz y nosotros sus hijos). Esto ocurrió hace aproximadamente 5000 años a.c., la frase que usan los ancianos del pueblo es la siguiente “ Dios puso todo a nuestro alcance es cosa de explorarlo usando nuestra inteligencia que el mismo Dios nos dio” es decir todo ya estaba preparado o creado en la naturaleza, era cosa de los hombres descubrirlo y desarrollarlo. Como ha sucedido con todos los descubrimientos que ha hecho el hombre, que nada es espontaneo todo ya existe. Los primitivos chinantecos estaban mucho en contacto con la naturaleza, con los cuatro elementos, descubrieron el fuego y a través de mucho tiempo la misma naturaleza le reveló el secreto del caldo de piedra, debido a que estos hombres eran muy inquietos e inteligentes y la necesidad les obligó a ejecutarlo.

La pesca era una de las primeras maneras de alimentarse que desarrollaron los humanos, y esto se relaciona mucho con el caldo de piedra ya que San Felipe Usila es una comunidad con mucha agua. El río anteriormente abundaba una gran diversidad de peces y camarones, además cruzan arroyos, manantiales, y mucha vegetación a través del territorio. Los primitivos chinantecos procedieron con el paso del tiempo, labrar las piedras grandes que se encuentran en la orilla del rio, dándole forma como a una olla utilizando los utensilios como el diamante (que abundaba en la región antes de la conquista) para poder hacerlo. Dichas piedras se encuentran en la orilla del río hasta la actualidad. La forma cóncava que le daban a las piedra es de 50 a 70 cm de diámetro, con una profundidad de 40 cm aproximadamente. Y en esas piedras con forma cóncava hacían el caldo de piedra, para un grupo de 20 personas, todos comían alrededor de la piedra conjuntamente, es por eso que para nosotros el caldo de piedra no es un platillo común, ya que tiene mucho significado que representa el amor hacia el prójimo, la unidad y la forma de trabajo colectivo.

Con el paso del tiempo, conforme fue evolucionando el hombre los antiguos chinantecos inquietos continuaron explorando la naturaleza con el fin de experimentar otra forma de hacer el caldo de piedra, ya que les había funcionado bien en la primera etapa. Ahora se les ocurre hacer el caldo de piedra en la orilla del río, sobre la arena de igual manera dándole la forma de olla, pero esta vez recurrieron con las hojas de pozole (parecidas a las hojas de plátano). Entonces sobre la arena en forma de olla ponían varias capas de estas hojas para que el agua no se filtrara y les funcionó. Obviamente implementaron otras técnicas para que la piedra no tuviera contacto directo con las hojas y así no se quemaran. Y de igual forma comían sentados alrededor del caldo un grupo de 15 a 20 personas incluyendo niños y mujeres.


Por último, los chinantecos modernos, implementaron otra forma de preparar el caldo de piedra, desde luego respetando la misma receta (la tradicional), esta vez en un recipiente especial conocido como jícara, de igual forma en la orilla del río. Esta vez la orden es individual cada quien lleva su jícara, pero sigue siendo un trabajo colectivo y de convivencia entre los seres más cercanos y visitantes distinguidos. 

Después de esta breve reseña histórica podemos darnos cuenta por qué las mujeres no pueden y no deben preparar este platillo. 

Caldo de piedra es símbolo y sustento del desarrollo del hombre chinanteco y los medios de vida específicos al género masculino, inspirado en el medio ambiente local para honrar a sus mujeres y mostrarles su devoción y agradecimiento.  

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