Con base en los últimos datos publicados por el INEGI, México, ¿Cómo Vamos? estimó que la primera quincena de septiembre de 2022, el incremento anual en el precio de la electricidad fue de 11.79%, variación mayor a la de un mes antes, en tanto el precio de la gasolina magna fue de 6.93%, incremento menor que el mes previo.
El colectivo de economistas, detalló que los alimentos aumentaron 15.20% en la primera quincena de septiembre de 2022 y continúan con una trayectoria al alza, “esta situación es alarmante, ya que en México el 38.3% de la población se encuentra en situación de pobreza laboral”.
Además, expusieron en su análisis, que diversos alimentos centrales en la dieta de los mexicanos continúan al alza. Por ejemplo, el precio de la tortilla de maíz, la cual presenta un incremento anual de 15.09%.
Asimismo, la harina de trigo tuvo un alza anual de 39.20%, en tanto que el pan dulce subió un 22.44% anual y de 21.89% en el pan de caja.
Los precios de la canasta básica se han vuelto prohibitivos, reconocen comerciantes
José Luis Díaz Cabrera, presidente de la Organización Unificadora para el Progreso de la Zona Húmeda del Mercado de Abastos AC, puntualizó que “el incremento desmesurado de precios en todos los artículos continúa, no solamente en la carne de res y cerdo sino en todo tipo de productos, especialmente en los que son de primera necesidad en frutas y verduras, huevo, carne, todo ha subido”.
Consideró que la afectación empezó desde la pandemia, por la limitada distribución de productos, la falta de producción, dejaron de llegar a México los fertilizantes para el campo, lo que repercute en el consumidor final.
Precisó que hace 3 años, el kilo de bistec, costaba 120 y ha subido 60 pesos por kilo. En la Central de Abastos, actualmente esta a 180 pesos, “pero sabemos que en las colonias de la periferia, el precio sube hasta los 240 pesos por kilogramo”.
Lo mismo sucede con la carne de cerdo, “el chorizo tradicional para la dieta oaxaqueña, anteriormente estaba en 80 pesos el kilo, ahora llega de 120 hasta 140 pesos el kilo, el incremento del 50% es enorme, otro ejemplo es la cecina enchilada, costaba de 90 a 100 pesos el kilo, ahora varía dependiendo de la zona, va de 140 hasta 160 pesos el kilo”.
“Desgraciadamente de nuestra clientela quienes tienen más posibilidades económicas y compraban dos kilos de carne, ahora compran un kilo, la mayoría compra por ración, para cada integrante de la familia, ante la disminución del poder adquisitivo, el sueldo no alcanza para la manutención de la familia”, reconoció.
Isabel Chávez comerciante mayorista de la zona de bodegas de la Central de Abastos, admitió que las ventas disminuyeron, “la clientela está desgastada, pagaron uniformes, papelería de los hijos que regresaron a clases, no hay empleos, pagan poco, sube todo menos los salarios”.
Dijo que de la fruta el producto más costoso es la piña, “la miel tiene un costo de 35 pesos por pieza, la grande es mas cara, la encuentran a 50 pesos por pieza, a pesar que se produce en la región de la Cuenca, está cerca y cara”.
La cebolla estaba en 28 pesos el kilo, bajó a 26 pero en los municipios aledaños alcanza los 38 pesos el kilo, y hay casos como el melón que hace 20 días alcanzó mil pesos la caja por mayoreo, cuando normalmente costaba 450 la caja.
Melitón Lavariega Hernández, comerciante y administrador del Mercado 20 de Noviembre en el Centro Histórico de la capital, puntualizó que los principales productos básicos han registrado un incremento descontrolado “no hay quién regule los precios”.
Expuso que el cono de huevo está en 85 pesos, pero antes de la pandemia costaba 25 pesos; el kilo de frijol costaba 25 y ahora esta a 48 pesos; el costal de naranja como todo lo demás está por las nubes, costaba 100 y ahora está en 400 pesos.
Mientras la población en su mayoría es de escasos recursos, y el salario mínimo no sube, el campesino que surte de estos productos básicos carece de apoyos, no tiene para seguir sembrando, y no le sale venir a la capital porque es más caro pagar transporte, para el precio que vende, apuntó el también ex presidente de la Cámara de Comercio en Pequeño (Canacope).
Propuso que los gobiernos federal, estatal y municipal apoyen a quienes producen en el campo, “pero con medidas específicas, se les podría proporcionar el transporte, traerlos a bajo precio, créditos accesibles, sobre todo los micro productores”.
Ernesto Gutiérrez, ex presidente de la Canaco-Oaxaca sostuvo que el aumento de los productos ha sido generalizado y gradual, desde la canasta básica hasta los materiales para construcción.
“Estos aumentos tiene causas múltiples, la pandemia, la intervención militar de Rusia a Ucrania, hasta los problemas de seguridad afectan a la canasta básica, porque en el transporte de artículos básicos si se reportan asaltos, los precios se disparan, se vuelven prohibitivos”, explicó.
La tortilla alimento nativo de Oaxaca es artículo de lujo, admiten industriales del sector
Adolfo Nuñez, representante de la Cámara de la Masa y la Tortilla- Delegación Oaxaca, informó que ante el considerable aumento de los insumos y como consecuencia del precio de la tortilla, alimento nativo de la entidad, fueron convocados de manera emergente en este sector para analizar la situación nacional que atraviesan.
“Estamos en la Ciudad de Mexico, viendo esta situación, es un aumento en el precio de la tortilla a nivel nacional y en Oaxaca varía por zonas, de acuerdo a la oferta y la demanda”, subrayó.
Dijo que los precios del kilogramo se encuentran desde los 18 a los 24 y 26 pesos por kilo, pero todos los insumos están elevándose: el maíz, la harina, el gas, pasan 15 días y aumentan otra vez.
Comentó por ejemplo en Atzompa está en 18 pesos el kilo, en Ocotlán y Tlacolula ha subido a 24 pesos, pero hay otros lugares en el interior del estado, donde alcanza los 26 pesos.
El productor de tortillas Agustín Jiménez Pineda explicó que es complicado parar los precios “nosotros no podemos congelarlos”.
“La tonelada de harina va de 12 mil hasta los 16 mil 650 la tonelada, pero también ha subido el litro de gas, está caro y nosotros como industriales tenemos que buscar la manera de seguir, tenemos confianza de que las reuniones funcionen y se llegue un hasta aquí en el aumento”, afirmó.
Aclaró que para lograr la reducción de precios, sería importante apoyar a quienes siembran el maíz, porque todos a nivel nacional vivimos del campesino, sino la tortilla será permanentemente un artículo de lujo.
En ese sentido, el colectivo de economistas “México, ¿Cómo vamos?”, puntualizó que la guerra en Ucrania ha tenido efectos negativos tanto en los precios de los energéticos como en los precios de los alimentos por la importancia de la región en la producción de trigo y fertilizantes.
Apenas el 4 de mayo, el gobierno federal anunció el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), el cual contemplaba medidas de producción, distribución, comercio exterior, entre otras, que buscan contener el incremento en el nivel de precios en artículos de primera necesidad.
Sin embargo, para el colectivo de economistas y los comerciantes entrevistados, estas medidas no han servido para que las familias oaxaqueñas tengan más y mejores alimentos en sus mesas, “no ha funcionado, es casi un fracaso”.
El MCV describió que en este paquete no se consideró un programa social que permita que las familias más vulnerables tengan acceso a alimentos (que no se deteriore más el poder adquisitivo de los hogares más pobres). Un programa -añadieron- con ese objetivo debe ser parte de la discusión presupuestal 2023.