La crisis de la basura se resolverá cuando el gobernador electo Salomón Jara Cruz, asuma el mandato constitucional, porque el asunto se volvió un problema político con mano negra empujando para esperar hasta que entre la nueva autoridad gubernamental.
Y una de las salidas será reabrir el basurero de Zaachila en la González Guardado, porque de acuerdo con lo dicho por la titular de Semaedeso, Helena Iturribarría durante su comparecencia de ayer ante el pleno legislativo en San Raymundo Jalpan, el tiradero aún tiene una vida útil de un año que por negativa de autoridades municipales de Zaachila se cerró.
¿Y quién gobierna Zaachila?
Pues Carlos Rigoberto Chacón Pérez, de Morena, afín a la nueva administración que entrará el próximo 1 de diciembre y el mismo que se negó a que fuera ampliado el tiradero que cerró con la adquisición de 7.6 hectáreas que están pegadas a esa zona, luego de que autoridades ejidales de Tilcajete rompieran con el Gobierno del Estado para que en terrenos de esa municipalidad se construyera el nuevo relleno sanitario.
La propia Helena Iturribarría en su comparecencia exhibió la compra que hicieron en Tilcajete de 40 hectáreas de tierras para llevar a cabo un proyecto de aprovechamiento de los residuos, bajo un esquema de asociación pública privada, sin embargo, existe una negativa por parte del Ejido y el Municipio para llevar a cabo cualquier acción en el lugar.
¡Qué tal!
Y ante tal negativa, pese a que ya se había comprado las tierras en Tilcajete, se identificó un predio aledaño al actual sitio de disposición de 7.6 hectáreas del Ejido de Zaachila, con el que se hicieron gestiones para cambiar el uso destino a “servicio público,” para la ampliación del relleno sanitario y darle vida útil suficiente, para cerrar de manera ordenada.
Realizaron estudio y proyecto ejecutivo en las 7.6 hectáreas, para ampliar la operación al menos 3 años, y continuar con la búsqueda de otros sitios con viabilidad técnica y social.
Sin embargo, la oposición tajante de llevar a cabo este proyecto por la autoridad municipal de Zaachila a inicios de este año, aunado a los conflictos sociales originados en las colonias que rodean el sitio, generaron condiciones adversas para continuar con la ejecución del proyecto.
Contaban con los recursos por parte del Gobierno del Estado para pagar la Cesión Onerosa al Ejido por un monto de $13 millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), y $22 millones de pesos de la Deuda autorizada en el Decreto 809 (Crédito BANOBRAS 363) para construir la infraestructura de ampliación.
Todo se vino abajo por la negativa del edil morenista de Zaachila, Rigoberto Chacón y ahora ni su propio municipio tiene un espacio adecuado para el depósito final de su basura.
Pero no se preocupen, llegando la “Primavera Oaxaqueña” el problema se va a resolver, y a Neri lo van a dejar exhibido como un presidente municipal limitado que no tiene la capacidad ni el carácter para gobernar la capital oaxaqueña.
Así de sencillo.