Ante su atropellado paso por la fiscalía general de Oaxaca, y después de haber manoseado el caso de la ciudadana británica desaparecida Claudia Uruchurtu, el fiscal Arturo Peimbert Calvo cavó su tumba, porque justo ese último asunto fue la gota que derramó el vaso y habría acelerado su salida de dicha institución.
Por pérdida de confianza le fue solicitada su renuncia.
A pesar de que buscó “padrino” en “La Mañanera” donde filtraba información a modo en los temas de justicia, nada de ello le pudo valer para que el gobernador Salomón Jara Cruz le solicitara su renuncia, aun cuando alegue que tiene “autonomía”, la decisión oficial está tomada.
Y una de las recomendaciones que le hicieron al hoy Mandatario oaxaqueño es que cambie al fiscal general porque hay muchos asuntos que no podrán caminar ante la pérdida de confianza.
Desde su llegada a la fiscalía por recomendación del entonces colaborador cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, de nombre Julio Sherer, el fiscal de Oaxaca sintió un mayor compromiso con el entonces asesor general de Presidencia que cumplir su responsabilidad frente a la FGEO, la cual abandonó, le valió un comino.
Y muestra de ello es que no solamente falló con el tema legal y jurídico de la ciudadana británica desaparecida Claudia Uruchurtu, al integrar mal la carpeta de investigación en donde se señalaba a la expresidenta municipal de Nochixtlán, Lizbeth Victoria responsable del delito de desaparición forzada, acusación que le echaron abajo y reclasificaron el delito por obstrucción de búsqueda, lo que le permite purgar una condena de cuatro años.
Más allá de que si la exedil de Nochixtlán es culpable o no, aquí lo que falló es la integración de la carpeta de investigación, porque Peimbert Calvo se basó en supuestas pruebas que no se pudieron acreditar ante la juez María Teresa Quevedo Sánchez, quien llevaba el caso y dictó sentencia.
Mientras que los familiares de Uruchurtu señalan que la decisión de la juez en mención sobre las pruebas presentadas contiene variaciones y cuentan con 10 días hábiles para la apelación de dicha sentencia.
Además de que interpondrán una queja ante el Consejo de la Judicatura para que la juez sea sancionada porque resulta que no es el primer caso de desaparición forzada de personas en el que dicta sentencia a favor de los victimarios.
Sea o no verdad, para la justicia en Oaxaca, la exedil de Nochixtlán es “inocente” del delito de desaparición forzada, a pesar de toda la información que Peimbert Calvo fue a filtrar a “La Mañanera” y el propio Andrés Manuel López Obrador la dio como cierta, hasta parecía que había choque de trenes con el gobernador Jara Cruz, porque éste ha defendido contra viento y marea a Lizbeth Victoria.
Pues este “asuntito” que Peimbert convirtió en una pifia, le costaría la chamba al fiscal, que se echó en contra no solamente al Mandatario oaxaqueño, sino también a la mayoría de la bancada de Morena en la 65 Legislatura del Estado, que están de acuerdo en renunciarlo por incompetente.
Arturo Peimbert no solo falló en ese tema toral al meter en un brete la relación diplomática de México con el Reino Unido, máxime en estos tiempos en que está en crisis la Secretaría de Relaciones Exteriores luego de la expulsión del embajador en Perú, Pablo Monroy a quien le dieron 72 horas para abandonar ese país, sino también en el desahogo de más de 1300 carpetas de investigación que viven el sueño de los justos en la fiscalía.
Y qué decir de la violencia feminicida, solo basta dar un repaso al 2022, donde se llevan registrados 141 asesinatos de mujeres, 10 casos en los últimos 20 días del nuevo gobierno de la “Primavera Oaxaqueña”, muchísimos para ser el inicio.
Las dos últimas mujeres ultimadas fueron Cristina M. G. de 18 años originaria de Tierra Blanca, Copala, atacada a balazos el pasado 8 de agosto, anoche falleció y dejó en la orfandad a una niña de tres años; y la otra víctima es Esmeralda R. C. de 25 años, originaria de Santo Domingo Petapa.
Mala señal, si Jara Cruz no pone a trabajar a los responsables de la seguridad porque así empieza la cadena delictiva de crímenes contra mujeres, luego resulta que son imparables.
Todos los días se reúne la mesa de seguridad, ahora lo hacen desde Palacio de Gobierno, y deben tener la radiografía de cómo se encuentra la entidad oaxaqueña en esa materia, por tanto, no debe existir pretextos para no dar resultados.
Los múltiples casos de feminicidios dejan en evidencia de que la fiscalía general del estado, una vez más, sigue sin garantizar los mecanismos para la protección de mujeres víctimas de violencia, los crímenes están imparables.
No queremos que se repitan los resultados fatídicos del sexenio anterior, diagnosticado como el más violento en los últimos 24 años, en el que se documentaron 716 asesinatos del 2016 al 30 de noviembre del 2022.
Por ello es urgente que el gobierno de la #4T tome las medidas necesarias para reducir estas cifras que no mienten, son alarmantes y la justicia pronta y expedita sigue sin llegar.
A la par de los innumerables asesinatos de mujeres, también se registraron 801 homicidios en el presente año, de acuerdo con cifras del subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno de México, Ricardo Mejía Berdeja que dio a conocer en “La Mañanera” la lista de estados con mayor número de casos de asesinatos.
Así que, por toda esta radiografía del delito y los pésimos resultados en materia de aplicación de la ley, Peimbert Calvo cavó su tumba.
Ni hablar.