La retórica morenista, -así como la narrativa presidencial-, nos hablan de dos opciones polarizadas. Por una parte, se plantea a la ciudadanía que dar su voto a la oposición significa el regreso de “los de siempre”, en busca de rescatar privilegios. En contraste, no se cansan de insistir que seguir con el proyecto transformador del presidente, -al cual califican como humanista y guiado por valores morales-, o sea “el castillo de la pureza” parafraseando el título de una película, representa la continuidad de un gran proyecto transformador que ya cambió la vida de millones de familias mexicanas.
En contraste, hoy la realidad cotidiana muestra el maltrato
laboral sobre la burocracia, el maltrato de
las fuerzas policiacas y de seguridad sobre la ciudadanía, incremento de
la violencia criminal, carencias hospitalarias del sector salud, sectores
sociales que por razones presupuestales han dejado de estar protegidos por los
servicios de salud, además de otros grandes fracasos de la vida cotidiana.
Sin embargo, si sometiésemos a consulta pública estas dos
narrativas que promueve el presidente, descubriríamos que en esencia un alto
porcentaje de mexicanos no queremos “ni lo uno… ¡ni lo otro!”…. Ni el regreso
de la corrupción de gobiernos anteriores, ni tampoco la ratificación y
continuación de un gobierno “fallido”.
No queremos el regreso de la corrupción del gobierno de Peña
Nieto, -solapada y protegida por el actual gobierno-, ni la indiferencia de
gobiernos como los de Calderón y Fox, que desperdiciaron la oportunidad de
hacer los grandes cambios que México necesitaba. Sin embargo, un alto
porcentaje de los mexicanos tampoco queremos una transformación “de
mentiritas”, que es más de lo mismo que sustituyó. No es igual… pero es lo
mismo.
Antonio Gramsci, el ideólogo italiano de izquierda decía
hace más de cien años, -palabras más o palabras menos-, “un país entra en
crisis cuando lo viejo no termina de morir y lo nuevo no acaba de nacer”.
Por tanto, la opción es: o copiar un modelo que en Cuba tiene más de 60
años en manos de la misma oligarquía política … y en Venezuela 30 años con los
mismos, -que es lo mismo que representa la 4T-, o la otra opción, un gobierno
de transición que nos permita acompañar a la sociedad en la búsqueda de cambios
totalmente radicales, con una economía humanista de verdad, pero sustentada en
la productividad que permite distribuir mejor calidad de vida.
La simple búsqueda de respuestas de este gobierno, -en el
pasado-, nos describe cual es la visión de futuro de la 4T. Pretenden dar
continuidad en el próximo sexenio a un proyecto que han denominado de “transformación”
total.
Sin embargo, -desde la opción diferente que representa la
oposición-, podríamos no llegar a sentir empatía por el candidato, -o la
candidata presidencial-, que sea elegido por el Frente Amplio por México-, pero
es un hecho de que al llegar al poder, -quien haya sido designado candidato-, estará
obligado por los valores de su coalición política a rescatar el estado de
derecho de modo pleno, y con ello la sociedad mexicana podrá trabajar en la
conformación de un nuevo modelo social y político que nacería del mismo pueblo,
como una evolución.
En todo el mundo hoy se manifiesta una búsqueda de un cambio
radical, para construir una nueva sociedad, humanista e igualitaria. Para ello
las elecciones han manifestado el rechazo ciudadano a la política tradicional y
la búsqueda de perfiles ciudadanos para los cargos de elección popular. Entre menos
contaminado políticamente esté el candidato, mayor será la empatía con el
electorado.
Evidentemente nos encontramos en el momento crucial de las
definiciones en México. Las opciones son, -o mantenernos atrapados en dogmas
ideológicos del pasado, que nos alejan de la democracia y la transparencia-, o
como proyecto opuesto, rescatar las libertades que permitirán a la sociedad construir
un nuevo modelo social y político alejado de las tradicionales luchas de poder,
características de la política clásica, -y a partir de ello-, generar las
condiciones para una evolución radical.
El contenido de los libros de texto defendidos por este
gobierno de la 4T, evidencian el regreso de una ya superada “lucha de clases”,
que nos divide como mexicanos y que representa al contexto social y político de
la primera mitad del siglo XX.
Por tanto, la elección del 2024 tendrá un gran significado.
Será la lucha electoral entre las propuestas de mantener el modelo político
tradicional, -aunque maquillado de humanismo-, que es el que representa la 4T.
Y en contraposición, la oposición representará la
posibilidad de lograr un gobierno de transición hacia una nueva sociedad, donde
los movimientos civiles trabajen pacíficamente protegidos por el estado de
derecho, para generar mejores condiciones de vida para todos los mexicanos.
Hoy que está por definirse quién será el candidato de la
oposición, es fundamental que sea quien sea designado, se concientice de este
rol y construya una narrativa para transmitirlo al electorado.
Mientras las corcholatas morenistas, -para congraciarse con
el “gran elector”, que es el presidente, hacen gran alarde de lealtad hacia su
proyecto y se constituyen en guardianes del continuismo, la oposición debe reconocer
“los olvidos” y pendientes de sus anteriores gobiernos, -priísta y panista-, y
con visión de futuro convertirse en los impulsores de ese cambio radical hacia
un mundo nuevo, en el cual la sociedad civil sea la gran protagonista.
No podemos soslayar que las redes sociales empoderaron a la
sociedad y quienes hasta hoy detentan el poder del estado, se han desgastado, perdiendo
credibilidad y confianza.
Sin embargo, debemos reconocer que en la historia reciente los
grandes cambios sociales que han transformado a la sociedad se han dado desde
dentro del mismo poder. En México ganamos la alternancia partidista y la
consolidación de la democracia gracias a la visión del presidente Ernesto
Zedillo y su equipo, -que en lugar de radicalizarse al perder la elección en el
año 2000-, entendieron las exigencias ciudadanas y las dejaron fluir.
También es imposible entender el crucial momento político
que representó la desintegración del bloque soviético, siendo liderada por el
mismo líder comunista que detentaba el poder absoluto, Mijail Gorbachov. Sólo
así se logró distender el conflicto entre el bloque comunista y occidente y se
impulsó la democracia en todo el mundo.
Evidentemente, detrás de la narrativa con fines electorales,
debe existir la firme convicción, la decisión y el compromiso del candidato de
la coalición opositora, de convertirse en promotor de esta transición hacia un
nuevo modelo de país, que signifique un renacimiento desde sus raíces, para
conformar una patria más justa y equitativa para todos.
Los partidos políticos hoy están sumamente desgastados y sin
credibilidad, pues representan los intereses de la oligarquía política de
México, lo mismo que sucede en el resto del mundo.
Hay estudios de opinión pública realizados por organismos privados
que también muestran la vulnerabilidad y fisuras de MORENA, partido que no comparte
la fortaleza de la imagen personal del presidente, -pues este partido
construido sobre las raíces del PRI y luego del PRD-, en la práctica adolece de
las mismas debilidades de los demás institutos políticos del país, que hoy son acosados
desde las mañaneras. MORENA es más de lo mismo y así se le valora en la
percepción local.
Por ello es que el candidato del bloque opositor deberá
minimizar en sus eventos la identidad de los partidos que le respaldan, pues
para convocar a un renacimiento, debe minimizar los símbolos que dividen y que,
además, hacen referencia a un pasado.
Quien represente a la
oposición sólo ganará la elección convocando a todo el país a la construcción
de un nuevo modelo de nación, -totalmente diferente a todos los proyectos
políticos que han gobernado-, donde todos tengamos las mismas oportunidades y
los mismos derechos.
POBREZA
El CONEVAL, -la institución que mide la calidad de vida de
los mexicanos-, detectó que del 2020 al 2022 la pobreza disminuyó en el país de
55.7% a 46.8%, y la pobreza extrema cayó de 10.8% a 9.1%
Sin embargo, cabe pedir a CONEVAL la aclaración de si el
motor del combate a la pobreza han sido las ayudas de los programas sociales
del gobierno, o con creación de empleos, -pues si estas cifras se relacionan
con los programas de asistencia social-, entonces es un simple maquillaje, o
sea, una bonanza ficticia creada con fines electorales para proyectar la
percepción colectiva de bienestar, lo cual redunda en votos. Esta es la
narrativa de la continuidad, en la que tanto se afana Claudia Sheinbaum para
quedar bien con su protector, el presidente.
No hay elementos para pensar lo contrario pues no se han
visto políticas gubernamentales para impulsar la creación del empleo de forma
radical, pues las cifras que muestran la caída de la economía durante el 2020 a
causa de la pandemia, -al compararse con 2023-, simplemente nos refieren a una recuperación
del empleo de forma natural, pero no a un crecimiento con relación a antes del
COVID.
Si los programas sociales tienen un peso determinante en el
combate a la pobreza, significan que en el gobierno está la capacidad de sacar
de forma ficticia a las familias de su nivel de sobrevivencia, o de hacerlas
regresar a él.
LA CRISIS DE ECUADOR
El asesinato del candidato de derecha, -Fernando
Villavicencio-, que contendía por la presidencia de Ecuador, -crimen realizado por
sicarios-, representa una importante llamada de atención para México y nuestro
proceso electoral del 2024. El crimen organizado también participa en política,
a favor de sus propios intereses.
Significativo que en sus últimos días de vida Villavicencio
denunciara amenazas a su vida por parte del representante en Ecuador de un cártel
mexicano.
LAS RESPUESTAS LO CONFIRMAN
La respuesta que dio el presidente López Obrador al juez
Martín Adolfo Santos Pérez, por prohibirle acosar en las mañaneras a la aún senadora
Xóchitl Gálvez, son reveladoras.
La lectura de la carta que envió al juez es muy descriptiva.
Le acusa de ser “un juez de consigna”, lo cual ya representa un insulto, pues
eso significa corrupción y le amenaza de iniciar una investigación sobre su
actuación, “que evidencia deshonestidad”.
Denigra a todos los jueces porque se excusan “en que la ley
es la ley”, pero no les importa ni el derecho ni la justicia.
Además, en esta carta pone en duda su honorabilidad al
resolver casos emblemáticos y remata exhibiendo otra vez como corrupta a Xóchitl
Gálvez, utilizando información oficial, pero que acredita a informantes
anónimos que le escriben directamente, como si fuese fácil para cualquier
ciudadano tener acceso directo a un presidente de la república.
La carta vuelve a repetir y reiterar las conductas que el
juez, -respaldado en las atribuciones de su cargo en el Poder Judicial-, le prohíbe.
MEXICANA DE AVIACIÓN
El mercado se mueve competitivamente a partir de las
emociones del consumidor. Un proyecto de esta magnitud en la iniciativa privada
nace a partir de un plan de negocio respaldado en complejos estudios económicos
y de mercado, para determinar su rentabilidad. Sin embargo, este parece haber
nacido simplemente a partir de una idea del presidente, que todos los que
operarán esta aerolínea acataron. Ahora tendrán que definir qué hacer para que
funcione.
Sin embargo, desde el momento en que nace teniendo como sede
el AIFA, ya trae una restricción significativa.
Primero veremos si los descuentos prometidos en el costo de
los boletos logran pagar el costo de la operación.
¿Y EL NEGOCIO DE LOS LIBROS DE TEXTO?
Ya aclaró el presidente que canceló los contratos
millonarios que tenían con la Conaliteg las editoriales Santillana, Macmillan,
SM Ediciones, Ediciones Castillo y otras más, que desarrollaban y producían los
libros de texto gratuitos. Hoy los produce la Dirección General de Materiales
Educativos de la SEP, -que encabeza Marx Arriaga-, negocio que del 2018 al 2023
representó una inversión de 4 mil 65 millones de pesos.
Sin embargo, alguien tuvo que desarrollarlos, imprimirlos y
tenerlos listos para su distribución. Si las prestigiadas empresas editoriales
que antes tenían los contratos hoy ya no los tienen, es importante
preguntarnos, ¿hoy quien se está beneficiando de esos contratos?
Para evitar el “sospechosismo” … ¿Nos podrían informar cuáles
son esas empresas?
¿A usted qué le
parece?
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