De pronto los medios y las redes manejadas o influenciadas por los gobiernos pro Israel y el sionismo dejaron de hablar de Gaza para centrarse en el ataque de Irán. Desde el sábado 13 de abril se debate sobre si habrá o no una guerra Israel-Irán y todo tipo de hipótesis. Pero se hizo silencio sobre el genocidio por bombardeos y hambruna que está perpetrando Israel y su régimen de apartheid.
Esto
es lo que quería Israel cuando el 1 de abril, sorpresivamente bombardeó el
consulado de Irán en Damasco, capital de Siria, asesinando a ocho personas,
entre ellos altos mandos militares de Irán. En ese momento podía ser difícil
entender a qué se debía este ataque. Pero ahora surge claro. El trasfondo era
la situación en Gaza. Se trató de una provocación de Benjamín Netanyahu y su
gobierno de ultraderecha para buscar una reacción, casi obligada, de Irán con
el objetivo de desviar la atención de la masacre sobre Gaza y lograr que sus
aliados imperialistas le dieran una vez más su apoyo incondicional. Querían
frenar las crecientes críticas y los reclamos de Biden y los líderes del
imperialismo europeo para que aceptaran un alto el fuego. Los jefes del imperialismo
lo vienen haciendo no porque se hicieron pacifistas o dejaron de sostener a
Israel, sino que están presionados por el crecimiento en sus países de las
protestas de millones en apoyo al pueblo palestino.
Por
unos días Israel y EE.UU. han logrado ese objetivo. Pero no van a llegar muy
lejos, porque es como querer tapar el sol con la mano.
Israel
armó esta provocación porque estaba en su peor momento en Gaza y cada vez más
aislado en el mundo. A seis meses de la invasión, pese a la destrucción y sus
crímenes masivos, no puede cantar victoria. Por primera vez se había votado en
la ONU un reclamo de alto el fuego, sin el veto de EE.UU. Biden
viene criticando a Netanyahu por el bombardeo al convoy humanitario y por
su intención de querer hacer una incursión militar en Rafah, Dentro de Israel
se retomaron las marchas masivas de un sector de la sociedad reclamando por la
renuncia de Netanyahu y un llamado a elecciones por la no resolución de los más
de 100 rehenes en manos de la resistencia palestina.
Ante
la inevitable acción de Irán, Netanyahu logra el objetivo, por ahora, de parar
los cuestionamientos sobre su accionar en Gaza, logrando que Biden y sus
aliados históricos imperialistas se unan a Israel para repudiar a Irán. También
logra que se paren las movilizaciones y los cuestionamientos al interior de
Israel. Y, por último, que en el mundo todo gire alrededor de esto y se deje de
lado o se minimice el genocidio de Gaza.
Pero
la realidad es que todo esto no hace más que poner en evidencia la crisis del
sionismo como la crisis del imperialismo yanky. El propio Biden y su gobierno
han declarado que no acompañarán una respuesta militar de Israel ante el ataque
de Irán y que “no buscamos una guerra más amplia con Irán”. Mostrando una vez
más sus roces y diferencias con Israel. E Irán, a su vez, dijo que consideraba
que “El caso estaba cerrado”, con su acción. Están mostrando ambos que ni
EE.UU. ni Irán quisieran embarcarse ahora en una guerra regional. Menos que
menos Biden, cuando ya existe la guerra en Ucrania y están muy complicados por
su apoyo al genocidio israelí cuando en Estados Unidos es un año electoral y
crece el rechazo a Biden por su apoyo militar y político a Israel contra el
pueblo palestino.
Respeto
a Irán reconocemos su derecho a defenderse del criminal ataque del sionismo. Y
repudiamos cualquier agresión sionista o del imperialismo. Lo que no podemos
dejar de señalar es que lamentablemente el régimen autoritario teocrático de
Irán ni menciona en sus declaraciones al pueblo palestino ni el genocidio de
Gaza. Esto reafirma que no está en el centro de su política el apoyo efectivo
al pueblo palestino. En estos seis meses de invasión sionista, solo ha hecho
declaraciones de solidaridad y algunas acciones aisladas. Surge evidente que su
acción sobre Israel fue excesivamente limitada, al punto de avisar a los
EE.UU., con dos días de anticipación. Mientras el ataque de Israel en Damasco
no fue avisado a nadie, ni siquiera a los EE.UU. Lo que dio tiempo a que las
defensas sionistas e imperialistas estuvieran preparadas para repeler el ataque
de los drones y misiles balísticos. En sus comunicados el régimen iraní indicó
que su acción fue “suficiente” y que daba el caso por “cerrado”. Sin decir una
palabra de Gaza y el pueblo palestino. Pero en Gaza no hay nada cerrado. Pese
al silencio de estos días, la lucha del pueblo palestino y sus sufrimientos
continúan.
Si
Israel desoye a EE.UU. y hace otro ataque militar sobre Irán, cosa que no
podemos descartar, será como parte de su desesperación y fracaso en Gaza. Lo
que, de ocurrir, no haría más que profundizar su crisis y aislamiento mundial.
Lo que seguiría poniendo contra las cuerdas al régimen de apartheid. De ocurrir
una nueva agresión a Irán, los pueblos del mundo lo deben repudiar como parte
de la lucha contra el régimen de apartheid y en apoyo al pueblo palestino.
Por
todo esto, desde la UIT-CI, denunciamos este intento de querer tapar la lucha y
el genocidio en la Franja de Gaza. Seguimos llamando a los pueblos del mundo a
continuar expresando en las calles la solidaridad incondicional con la
resistencia palestina. Reclamando que se vayan las tropas del sionismo y que
los gobiernos del mundo rompan todo tipo de relaciones con el estado sionista
de Israel.
Miguel Sorans, dirigente
de la UIT-CI
15 d’abril de 2024