Héctor A. Gil Müller
Interpretar es
desentrañar el sentido de lo oculto, de lo cerrado. Es menester de muchos y
deber de todos buscar el mas cierto significado partiendo de nuestra
perspectiva de aquello que exploramos.
La constitucion
no es solamente un documento historico, no debe verse asi, sino que instruye el
presente y ella arraiga nuestra organización como país
No es oculto
que la constitucion ocupa el lugar que jerarquicamente tenía quien confería la
autoridad, para unos era el dicho del rey, del cacique, del hechicero, de dios
o de los dioses. Aquello que para los estoicos era el logos theos y para los
romanos la palabra divina. Sin un poder superior dificil es aceptar la
supremacía del derecho por el mérito de la pura razon. “Hammur” debió hacerse
el hijo de Dios, “Abi”, para construir el código de Hammurabi.
La interpretación
constitucional es dinámica. Desde la concepción pluralista de los albores del
siglo 20, que fue capaz de nutrir y dar significado a: “we the people…” en
Estados Unidos o en nuestros caso: “En los Estados Unidos Mexicanos…”, resultó
interpretada con una idea clave, la sociedad. El conjunto. Los derechos
sociales que cobraban sentido por identificar un grupo, una clase.
En la
actualidad la interpretacion resulta individualista, es decir, interpretamos la
constitucion desde y para el individuo, como lo quizo la famosa generacion “X”
marcada con el “yo” sobre el “nosotros” de los baby boomers. El trabajo digno
del artículo 123 solo se entiende desde el individuo y el imacto que el trabajo
tiene sobre él. Así el derecho ahora cobra sentido desde la libertad del
individuo en el que ya no es suficiente pertenecer al grupo sino ahora
identificarse como parte de él. Ahora el trabajo digno no atiende la
pertenencia sino las necesidades individuales de la persona, su estructura
emocional, su desarrollo y potencial.
Me parece que
la siguiente interpretacion sera la familiar o como quiera que se vaya a llamar
el grupo intermedio entre el individuo y la sociedad. Las vacaciones se
orientarán al tiempo de calidad y no a la separación del centro de trabajo
solamente. (creo yo)
Hoy se habla de
una interpretación moral de la constitución, así entendido habrá que reformular
elementos como “digno”, “igual”, “libre”, entre muchos otros que son diferentes
en una perspectiva económica, social o ahora moral.
Las elecciones
del 2 de junio, que se vivieron en aparente calma, tuvieron como colofón
bastante desagradable, la salida antes de tiempo, para declararse vencedores.
Esa situación mas que alentar perjudicó mostrando lo que muchos concluyeron
como una clase política no a la altura de la participación. Interpretar una
elección es algo mas que darle el resultado que esperamos. Es analizar y reflexionar
del porqué afirmamos nuestro dicho.
Muchos lentes
podemos usar para ver la elección, al igual que lo hacemos con la Constitución,
para algunos la frase: el hombre y la mujer son iguales ante la ley, no es
suficiente para hablar de igualdad, dependiendo los anteojos con los que se
lea. Interpretar es algo más que solo
ver lo que queremos ver. Engañar a otros describiendo nuestros quereres y no la
realidad no es piadoso. Seguimos suponiendo que la apasionada euforia resulta
suficiente para el disciplinado éxito. La intepretación debe ser tan objetiva
como nos alcance y la inspiración con la que vemos admite varios aplomos, pero
nunca a tal grado de engañarnos.