Héctor A. Gil Müller
Es bien conocido, que en muchos hogares la esposa se
encarga de las decisiones comunes de la vida mientras que el marido tiene a su
encargo las decisiones importantes y estratégicas todas aquellas como la
solución a los problemas en Europa del este, la economía mundial y sus
implicaciones, el destino de FIFA y sus triquiñuelas y claro la política
americana. Todas las demás corresponden a la amada.
La
campaña presidencial, con todos los elementos que muestran a Trump como el
preferido para conquistar nuevamente la presidencia americana, tiene especial
efecto en México. El periodo inicial de Donald Trump estuvo marcado por
discursos y acciones que impactaban directamente la sensación del país. El
atentado contra el candidato de hace algunos días ha construido la imagen de un
hombre férreo, patriota y casi mártir. Fue una bendición que el agresor, que
cayó tras su fechoría, no fuese latino y aumentará ese espíritu combativo
contra la región. Trump sabe, como lo hizo Napoleón, Hitler, Gandhi y muchos
otros líderes en su momento, que los movimientos sociales comienzan en la
necesidad de las mayorías, no con las expectativas de las minorías. Ofrecer la
igualdad al campesino en un entorno crítico en el que se conducían con
desprecio. Generar la añorada igualdad en la Rusia oligárquica para los obreros
que aspiraban algo más que rentar sus fuerzas. Trump fue claro durante su
primer mandato, asegurar una alternativa a la mano de obra que es amenazada por
la reducción ante la tecnología y la globalidad. Aun y cuando tribute una
empresa global, Trump enfrenta un desempleo creciente en el sector trabajador y
manufacturero, los países con creciente atracción por esos negocios, entre
ellos Latinoamérica, parecen el blanco natural.
La
competitividad es evidente, una mano de obra barata en comparación con otros
mercados, con una vocación industrial y con cada vez mayor capacitación o
preparación presiona a los inversionistas a pensar en LA como un lugar
estratégico de producción para atender al mercado global. México sufre la
confusión respecto al futuro de la planta de TESLA en Monterrey y con ello su
cadena de suministro. Sin duda, además de los temas financieros de la compañía
de Elon Musk, el tema político resulta esencial. La política nos mueve a tomar
decisiones. Musk no puede iniciar un proceso de gran calado que amenace incluso
con una oportunidad de traslado de su planta en Texas a México cuando Trump,
desde su perspectiva de negocios es fuerte para asumir el poder.
Joe
Biden declinó a su candidatura presidencial y con ello a la posibilidad de
reelección en la presidencia. Su anti-campaña marcada por una fuerte propaganda
respecto a su edad y capacidad para liderar al país parece olvidar que cuando
el problema es político la edad del mandatario tiene un peso importante, cuando
el problema es económico la juventud parece ser la elección. Kamala Harris, la
vicepresidente de Biden tomó las riendas advirtiendo el tono de su mensaje,
Trump es un transgresor de la ley. Las emociones son el mejor aliado en la
política, nunca de las políticas, pero si en las elecciones que buscan seducir.
La admiración por lo igual, lo deseado o de lo que se escapa son escenarios
recurrentes en la política. Quien afirma tener el remedio para no ser o para
ser no llama a la razón, solamente a la emoción. Veamos pues, desde mas acá de
la frontera, como va esa elección que nos va a salpicar.