Esta idea de que las mujeres no tenemos capacidad y que siempre tiene que haber un hombre atrás diciéndonos qué es lo que tenemos que hacer, pues es parte de una cultura machista. Y es algo que, así como vamos a seguir hablando de la discriminación por situación social, por color de la piel, también vamos a seguir hablando del machismo, porque eso se tiene que desterrar en nuestro país. Todos somos iguales ante la ley y, además, ahora queremos que se reconozca la igualdad sustantiva en la Constitución.
Pero lo que a mí me parece más lamentable es que se utilice la palabra ‘ama de casa’ como algo peyorativo. No, yo soy presidenta, abuela, mamá y ama de casa, y con orgullo.
Todas las amas de casa, es decir, las mujeres, esposas que se dedican al hogar, merecen absolutamente todo nuestro reconocimiento. Realizan un trabajo que nadie reconoce: todos los días se levantan, despiertan a los niños, preparan el desayuno, les dan de comer, los llevan a la escuela, regresan, ya están preparando la comida, limpian la casa, preparan la comida, van por los hijos a la escuela, regresan, les dan de comer; después, les ayudan a hacer la tarea, y después vuelven a limpiar la casa, y después llega el marido y también lo atienden. Y al otro día, lo mismo. Parece como un trabajo menor. A ver, a todos los que no hacen ese trabajo, los conmino a que realicen el trabajo de la tarea del hogar. Tiene su complejidad, ¿eh?
O la otra, las mujeres que son amas de casa y, además, dejan a los hijos en la escuela, se van a trabajar, regresan a recoger a los hijos a la escuela. A veces comparten esta tarea con la pareja, que así debería ser, a veces no. Entonces, ahí está lo que se llama la doble jornada, porque salen a trabajar, y aparte la jornada del hogar.
O en otro caso, las mujeres que salen a trabajar y que contratan a una mujer, una trabajadora del hogar, para que realice esas tareas, que, como decía ayer, despectivamente y de una manera lamentable hay muchos que se sienten que se quedaron en la Colonia y les llaman ‘sirvientas’.
No, eso se acabó, el esclavismo no existe en nuestro país, se llaman trabajadoras del hogar. Salen de sus pueblos, muchas veces con muchas penurias, tienen a sus hijos, muchas de ellas madres solteras, y realizan un trabajo digno, que además por ley tienen que tenerseguridad social.
Entonces a todos aquellos que crean que por decir ‘ama de casa’ es despectivo, no. Nosotros nos vamos a encargar, también, como mujeres, de reconocer el trabajo de todas las mujeres que realizan en el hogar.
Esa es una de las razones por las cuales estamos apoyando a las mujeres de 60 a 64 años, que cuando ya crecieron los hijos, ahora cuidan a los nietos o a las nietas, pues que tengan. Muchas de ellas no tienen ni siquiera un ingreso propio, no tienen autonomía económica, y ahora van a recibir un apoyo del gobierno para que puedan tener al menos un poco de recurso para ellas, ¿por qué?Porque se lo merecen.