CDMX.- Las autoridades del Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México operan ilegalmente para beneficiar a las
empresas del servicio de autotransporte monopólicas en esta terminal aérea, aunque
ello implique la desaparición de los pequeños permisionarios, lo cual podría
suceder en el lapso de un año si no intervienen las autoridades del gobierno
federal para detener esta corrupción.
Con base en una estrategia urdida y operada por José
Luis Martínez Colina, director Jurídico el AICM, la Dirección General del
Aeropuerto aceptó la inclusión de 300 lugares nuevos para unidades, “desatando”
además actos de presión hacia los pequeños permisionarios para que acepten
propuestas de “adhesión” a las compañías monopólicas y así “sacarlos del
mercado”.
En el presente año, Martínez Colina exigió 300 juegos
de placas para el servicio de taxis en el aeropuerto a la Secretaria de Infraestructura,
Comunicaciones y Transportes, dirigidos a empresas que trabajen en la terminal “y
convenció al director del AICM, José Ramón Rivera Parga, de que dichos permisos
las empresas monopólicas los habían ganado legalmente”.
Lo anterior, a pesar de que en el 2018 la Comisión Nacional de Competencia Económica determino que cualquier aumento del parque vehicular del servicio de autotransporte en los aeropuertos serían el resultado de procesos de licitación o subastas.
De esta manera, explican permisionarios afectados, se estableció
una alianza entre permisionarios monopólicos con Martínez Colina, para promover
esos 300 permisos y establecer las condiciones para que dichas empresas grandes
se queden con ellos.
Adicionalmente, y con el pretexto de su remodelación,
el Aeropuerto únicamente construirá cajas de cobro para agrupaciones que tengan
más unidades, en detrimento de los más pequeños, a los cuales les imponen el
uso del servicio de la empresa boletera EBSA, “compañía puesta a disposición del
exfuncionario Miguel Ángel Téllez Estrada, dueño de todas las marcas
comerciales de Taxis”.
De esta manera, agregan, el director Jurídico el
aeropuerto capitalino, José Luis Martínez Colina, en contubernio con Miguel
Ángel Téllez Estrada de EBSA, buscan adueñarse de todos los servicios en el aeropuerto
en beneficio de sus intereses y de los permisionarios monopólicos.
Como resultado de estas acciones y algunas más, los permisionarios
de menor tamaño están en riesgo de desaparecer o ser absorbidas en el lapso de
un año, advierten.
“De nada nos sirven nuestros permisos si no tenemos
quien nos venda el servicio, así nos están matando de hambre y terminaremos
regalando nuestro patrimonio”, advierten.