Tanto nos hemos acostumbrado los mexicanos a la violencia, que rechazamos como una afrenta a nuestra imagen nacional la denuncia cinematográfica que ha realizado la película “En busca de Emilia Pérez”, sobre el tema de las desapariciones forzadas.
Todas las críticas que se manifiestan en México sobre esta
película son subjetivas y emocionales. Ponen especial atención en los detalles de
la producción y la narrativa y pasan por alto el profundo mensaje social que
esta historia describe: el drama que sufren miles y miles de familias mexicanas
por la inseguridad.
Los mexicanos no
hemos exigido al gobierno combatir con compromiso y contundencia a la
delincuencia. Nos tragamos durante seis años la retórica populista de “abrazos…
no balazos”, que esconde muchas suspicacias, porque teniendo a la mano el poderío
militar de nuestras Fuerzas Armadas, el anterior gobierno las distrajo convirtiéndolas
en constructores, administradores y empresarios y con ello permitió que el
crimen organizado creciera como un cáncer agresivo.
Castigar con nuestro desprecio a quien hace la denuncia, -que
en este caso es esta excelente película-, significa atacar al mensajero que nos
pone en evidencia la existencia de malas noticias, en lugar de voltearnos a exigir
responsabilidades a quienes permitieron que esta pandemia creciera al grado de
ponernos en riesgo continuo y por eso nuestra imagen en el exterior se ha deteriorado.
No es el mensajero quien nos ha traicionado, sino quien ha
permitido las atrocidades que hoy ponen en la calle a miles de “madres
buscadoras” queriendo descifrar el destino de sus hijos, esposos y familiares.
Es más… ¿Cuántas veces estas valientes mujeres fueron recibidas en Palacio
Nacional por el presidente López Obrador?... Más fácil fue acusarlas de estar siendo
manipuladas por sus adversarios políticos para dañar a su gobierno y con ello
justificar su desinterés e insensibilidad.
La victimización se ha convertido en la estrategia de las
autoridades de este país para evadir responsabilidades.
Emilia Pérez no es un documental cinematográfico ni un
trabajo periodístico, sino una película de ficción, que trata de dar un mensaje
utilizando las libertades creativas que otorga la cinematografía. Por tanto, busca
simbolismos sustentados en el lenguaje cinematográfico.
Es como si a la película Casablanca, -estelarizada por Ingrid
Bergman y Humphrey Bogart-, los marroquíes le hubiesen reclamado las inexactitudes
derivadas de las libertades creativas del guión y de la realización fílmica.
El cine y la literatura de ficción se basan en estereotipos
y arquetipos para generar escenas de alto impacto y así comunicar.
Nadie reclamó a los productores de la película “Spectre”, -de
la saga James Bond, 007-, la inclusión de un desfile de catrinas en la Ciudad
de México, -personificadas con mojigangas-, cuando hasta la época de la
filmación este desfile no existía en la realidad y fue producto de la
imaginación del guionista y del director. Fue un desfile de carnaval ficticio,
que después del impacto de la película se instituyó oficialmente en la Ciudad
de México.
Mas bien, detrás del escándalo nos mueve la vergüenza que
nos provoca que esa realidad cotidiana que hoy vivimos en muchas zonas del país,
represente la imagen de México en el extranjero. Más fácil es culpar al
cineasta, -convertido en mensajero de tan terrible realidad-, que exigir
cuentas a los responsables de no buscar soluciones a las miles de
“desapariciones forzadas” que enlutan a los hogares mexicanos.
"La calle mexicana era demasiado real. Nunca lograría
estilizarla", comentó Audiard, el director francés de la película. Efectivamente,
esta película es una representación artística y no un reportaje.
En el país de los “todólogos” muchos mexicanos se asumen
como críticos cinematográficos y cuestionan las 13 nominaciones que esta
película tiene para ganar la preciada estatuilla del Óscar de la Academia de
Artes y Ciencias Cinematográficas, de Estados Unidos. Sin embargo, muchos de
quienes critican a esta obra fílmica no han visto la película.
Esta obra también es un testimonio que desnuda la crisis
moral que hoy vive la sociedad mexicana, que ya se acostumbró a vivir rodeada
de delincuencia y a admirar a los capos, convertidos en sinónimo de éxito,
poder y dinero. Sustituimos la tradicional cultura del esfuerzo y el trabajo
por la del dinero fácil y esa sólo se consigue a través de la corrupción o la
delincuencia.
Para admirarla o repudiarla con argumentos, por favor vea este
filme.
Este repudio no parece ser un fenómeno sociocultural
espontáneo ¿No habrá una campaña de desprestigio en redes sociales, orquestada
por autoridades gubernamentales mexicanas para obstaculizar el éxito en
taquilla de esta película y así evadir su responsabilidad?
LOS PRESIDENTES
Antes de la 4T los presidentes se despojaban de la representación
de su partido político y gobernaban para todos los mexicanos.
La exclusión de los ministros de la SCJN de los festejos de
nuestra Constitución, -y la invitación únicamente a las tres ministras
pertenecientes a la 4T -, evidencia la falta de representatividad de este
régimen, pues se anteponen intereses políticos partidistas.
LA EXCLUSIÓN
La exclusión del proceso de selección de candidatos a la
elección judicial de figuras con méritos profesionales en el derecho y
trayectoria sólida y experiencia, -pero que forman parte de la oposición a este
régimen-, deja claro que la 4T ya se apropió de la justicia.
SANEAMIENTO DEL RÍO SAN JOAQUÍN
Un grave problema de salud pública lo representa la
insalubridad del Río San Joaquín y del vaso regulador El Capulín, en el municipio
de Huixquilucan, Estado de México.
Aunque la alcaldía de Huixquilucan ha mostrado buena
disposición para atender el problema, la magnitud de éste exige el apoyo del
gobierno del Estado de México y de Conagua.
El problema ha sido la falta de planificación en la
urbanización río arriba, pues actualmente el rio recibe 400 litros de aguas
residuales por segundo.
El apoyo del gobierno del Estado de México y de la
Federación es fundamental, pues el impacto en la salud de los habitantes del
municipio de Huixquilucan y zonas aledañas puede ser de grandes proporciones.
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del perfil de R. Homs: es de David Ross